25 septiembre 2006

24 Septiembre, Baldaio y Cecebre: Correlimos Pectoral

Continuamos bajo la influencia de una borrasca del suroeste, y durante la primera mitad de la jornada ha estado lloviendo sin parar. A partir de las 3 de la tarde, las condiciones mejoraron sustancialmente , y como ya casi me ha pasado el catarro, no podía resistirme a pajarear.
Como había comido en Carballo, me fui para Baldaio donde, según mis cálculos, la marea era perfecta, con los fangales de la laguna al descubierto (los que conocemos la dinámica mareal en este lugar sabemos que la laguna queda descubierta de agua, osea, propicia para observar aves, 3-4 horas más tarde que la hora teórica de bajamar).
Censo las limícolas excepto Numenius arquata: 48 Limosa lapponica, 120 Charadrius hiaticula, 19 Calidris ferruginea, 6 Calidris canutus, 139 Calidris alpina, 1 Tringa totanus, 2 Numenius phaeopus. Además de limícolas, destacan 3 Sterna albifrons, 6 Phalacrocorax carbo y al menos 1 Motacilla flava.

Aguja Colipinta (Limosa lapponica). Baldaio. 24-9-2006

Desde aquí me fui para Cecebre, con la esperanza de que el nivel hídrico haya bajado desde la última visita y la presencia de aves acuáticas sea mayor.
Efectivamente, van asomando plataformas interesantes de fango, especialmente en la cola del río Mero. Nada más percatarme de ello ya dejo de ser cuerdo y de pensar en nada que no sea AVES.
Nada más llegar, escucho y observo en vuelo 1 Anthus pratensis, primer registro personal de la temporada de este bisbita invernante. Es habitual que por esta zona las primeras observaciones se produzcan a partir de mediados de septiembre (este año parece que están atrasando ligeramente su llegada).
En los fangales de la cola del Mero veo 6 Tringa totanus, 4 Tringa nebularia, 1 Limosa lapponica, algunos Actitis hypoleucos, 4 Gallinago gallinago, 1 Calidris canutus, unas decenas de Anas crecca, unas 15 Larus ridibundus, etc. Sobre la zona vuelan varias decenas de Hirundínidos (sobre todo Hirundo rustica y, en menor número, Delichon urbicum) y, entre ellos, observo con buen detalle al menos 3 Apus pallidus, especie escasa en Galicia y de la que poco se conoce. Por la zona aún hay un buen número de Ficedula hypoleuca, que reclaman por todas partes. Varias Motacilla flava se alimentan en los fangales, y entre ellas se distingue 1 M.f. flavissima/lutea.

Papamoscas Cerrojillo (Ficedula hypoleuca). Cecebre. 24-9-2006

Cuado estaba entretenido volviéndome loco siguiendo las evoluciones aéreas de los Vencejos Pálidos, escucho unos gritos y, al mirar, vero a 4 personas que vienen hacia mi: son Manolo Carregal, Graciela Fernández y los Martínez Lago Brothers, Manuel y Santiago. Buenos colegas desde hace años que me alegran la tarde. Mientras charlamos de pájaros los Vencejos Pálidos continúan sobrevolando nuestras cabezas. Se localiza además un Tringa ochropus, 1 Egretta garzetta, y observamos con los telecopios un grupo de una veintena de charranes y fumareles revolotenado en una ensenada a la altura del restaurante EL Pantano, lejos de donde nos encontramos. No dudamos en coger los coches e ir a revisar este grupo de charranes. Llegamos a la ensenada en la que se alimentaban allí y disfrutamos viendo sus evoluciones de muy cerca. Se trata de 13 Chlidonias niger (todos juveniles/1º invierno) y 11 Sterna hirundo (juveniles/1º invierno y adultos). En la orilla de dicha ensenada hay un fangal aparentemente muy apetitoso para limícolas, y al revisarlo se localizan al menos 4 Charadrius hiaticula, 1 Calidris minuta, 1 Calidris alpina y varios Actitis hypoleucos y......junto a ellos....1 Correlimos Pectoral Calidris melanotos juvenil. El fenómeno de las rarezas, de las aves divagantes, de la locura ornitológica por excelencia, se había hecho patente en una discreta ensenada del embalse de Cecebre. Para ver al ave más cerca, nos fuimos hasta el propio restaurante El Pantano y dejamos en el párking los coches. En ese momento llega Verónica Expósito, novia de Manuel y también aficionada, que llega justo para ver el Pectoral.
Desde ese lugar tenemos al ave muy cerca, en ocasiones a muy pocos metros de distancia, alimentándose insistentemente. Eran casi las 8 de la tarde y la luz empezaba a mermar, asÍ que no he podido hacer fotos decentes. Manolo Carregal, que tiene una buena cámara, buen telescopio y mejor paciencia (se nota que es anillador) sí sacó buenas fotos, que me mandará en breve para colgar en el blog. De momento cuelgo algunas que hice yo que son pésimas pero que al menos muestran los rasgos típicos de la especie (es lo que se suele decir siempre en estos casos).

Algunas fotografías del Correlimos Pectoral Calidris melanotos:

Una cervecita en el propio bar del restaurante El Pantano viendo el partido del Depor puso el broche de oro a una magnífica jornada de campo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por compartirla

Xabi Varela dijo...

De nada hombre!!!
De todos modos, lo ideal es compartir las jornadas de campo pero sobre el terreno, en la brecha, pajareando en buena comapañía. Así si que se transmiten emociones...sobre todo si se ve algo raro...
Un saludinho
Xabi