Vivió feliz, voló por dios sabe que cielos y que mares sin ser vista por nadie hasta que una silenciosa guillotina segó su vida. Donde un día fue a beber, a reposar o a refugiarse de un tenporal, el embalse de Sabón, un arma llamada línea de alta tensión impuso su ley, segó su vida, rompió una de sus alas.
Bajo esa línea la vi, con el telecopio, herida, arrastrando una de sus alas, el 19 de septiembre. Parecía moribunda, y se podía apreciar que tenía una anilla verde en su pata, pero resultaba imposible de leer debido a la distancia. El día 27, estando en esa zona del embalse, con el telescopio, vi el cadáver de una gaviota en el mismo sitio, que supuse sería la anillada una vez muerta. Avancé no sin dificultad por el fangal en el que se encontraba y comprobé que se trataba de la gavoita anillada...ZLT0, ponía en su anilla.
Así es como ZLT0 se fue al cielo sin poder volar...
La línea eléctrica de alta tensión que atraviesa el embalse de Sabón provoca sin lugar a dudas un impacto considerable en las poblaciones de aves acuáticas, siendo varias las observaciones directas existentes sobre colisiones de gaviotas, patos y cormoranes por parte de diferentes observadores. Al mismo tiempo, es habitual encontrar aves dañadas presuntamente por este factor como por ejemplo ardeidas y cormoranes. Valga como ejemplo el Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo) de la foto, uno de los varios eemplares que hay en el embalse sin una de sus alas.
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